15 de diciembre de 2007

“El problema más serio es el no poder jugar a imaginar”.

Bajada: Un grupo de psicólogas y maestras crearon un taller llamado Barriletes en Bandada que pretende enseñarle a chicos cadenciados del oeste, elegir y pensar mediante el juego.

Destacado: “Hay una necesidad de carencia, de no tener mañana, te lleva a acaparar constantemente. Estamos trabajando lo grupal desde todos los puntos de vista”.

Neuquén> En el oeste de la ciudad se viven realidades diferentes a las que se ven en televisión, se leen en los libros, se mira en el cine o simplemente en el centro de Neuquén. Los chicos van a la escuela cuando tienen suerte, la incertidumbre es una constante, la falta de conciencia de un mañana o un ayer es un factor común. La desprotección es la realidad.
Un grupo de psicólogas, psicopedagogas, maestras y algunas estudiantes de psicología crearon un taller llamado ‘Barriletes en Bandada’ que realizan todos los martes y jueves en dos turnos, de mañana y tarde en la escuela primaria Nº 311, al cual asisten 120 chicos desde los tres a los 13 años.
El origen del taller es brindarles a los chicos de bajos recursos la cultura del juego, enseñarles su derecho a elegir y a pensar qué quieren hacer antes de actuar. La importancia de imaginar y a ganarse las cosas mediante el respecto de ciertas reglas y normas. Todo a través del juego.
“Cuando ellos llegaron y empezaron el taller no sabían jugar, tenían un juego de descarga motora de tirar y arrojar todo, no existía acunar a un bebé, jugar a la cocinita, o imaginar, porque no hay adultos que lo transmitan. El juego no viene dado en los chicos de forma natural, no viene un patrón de juego genético sino que tiene que ver con la inclusión cultural”, explicó Marta Basile, coordinadora de Barriletes en Bandada.
Además, explicó que ellos no cuentan con adultos que lo introduzcan a la cultura desde el lugar del juego, desde el respeto como niños: “El juego tiene valores, reglas, normas, tiene la posibilidad de fantasear. El problema más serio es el no poder jugar a imaginar, si no pueden hacerlo aparecen las acciones permanentes, si no pueden jugar con su cabeza es la abulia total, o se embarazan, se drogan o se aburren”, argumentó.

El taller
Las realidades que se ven en los niños tan chicos son aterradoras. El taller se realiza en la escuela 311 del barrio Hipódromo, pero asisten chicos de toda la zona del extremo oeste neuquino. Las psicólogas insistieron en que la evolución de los chicos desde que iniciaron el taller es tal, que les da fuerza para seguir cada día y luchar para que Barriletes se reproduzca en otras escuelas capitalinas.
El jueves pasado, mientras los niños que van al turno mañana terminaban de ordenar las cosas que utilizaron para jugar con masas, una nena de alrededor de ocho años entró a la sala a devolver uno de los libros que se había llevado la última vez que fue. Basile le preguntó si iba a asistir al taller a la tarde, cuando saliera de la escuela, pero la nena dijo que no, no podía. Al preguntarle por qué, la niña explicó: “Mi mamá me va a pegar”.
La nena argumentó que si no hacía la tarea iba a recibir una golpiza, pero la psicóloga entendió que eso era mentira porque en el taller también hacen las tareas de la escuela, pero como la niña no pudo explicar las razones por las cuales recibiría las agresiones, Basile la dejó ir para no presionarla.
“No todos los chicos vienen todos los días, porque las situaciones que viven son muy irregulares, o se fueron con la mamá o con el papá o la tía. En la escuela pasa lo mismo, tiene un alto grado de ausentismo. Acá no hay deserciones pero hay días que vienen muchísimos y otros que no viene casi ninguno”, comentó la psicóloga.
La clave del taller es que los chicos van solos, se anotaron solos y ellos se ocuparon en incentivar e invitar a sus amiguitos o hermanos para ir todos juntos, nadie los inscribió, ellos generaron todo el sistema.


Recuadro
La feria de donaciones
Una vez al mes, el taller Barriletes en Bandada organiza una feria en la cual los chicos se ‘ganan’ las prendas que les donan. Las maestras juntan todas las cosas que les regalaron en el mes y lo cuelgan en ‘la tienda’ para que los niños elijan lo que deseen y puedan comprarlo mediante vales que previamente se tienen que ganar.
El jueves que viene los chicos van a tener su feria, pero las coordinadoras aseguran que les falta mucha ropa para varones y juegos de mesa o ingenio que son fundamentales para su taller porque les enseñan a competir sin agresiones, a canalizar los deseos de superar al compañero a través de una carta o del ingenio, sin llegar a la agresión.
La forma de ganarse los vales puede ser tan sólo si hacen bien una cuenta matemática, o si respetan las reglas de algún juego, si se portan bien, o si demuestran su esfuerzo.
“Es la transformación de una situación que los humilla mucho, como es la donación, y transformarla en un proceso laboral, en el cual deben realizar ciertas cosas para poder ganarse lo que ellos previamente eligieron”, manifestó la coordinadora.
Ellos ven las donaciones como un acto de imposición, en el cual les dan lo que otra persona desechó, no pueden elegir lo que quieren, sino que les toca los que les toca.
Basile explicó la metodología de la feria: “Lo que nosotras hacemos es colgar la ropa en percheros, hacer que piensen qué es lo que les hace falta, qué quieren, que se lo prueben y si les gusta que se lo compren con los vales. Les propusimos que le pongan un nombre a la tienda y el que surgió es ‘Pase y elija lo que quiera’, eso significa mucho”.

Recuadro
Crear pensamientos críticos: el máximo objetivo
“Tratamos de transmitirles modelos positivos”, explicó Alejandra Sponda, estudiante de psicología y parte de las 18 chicas de Barriletes en Bandada. “Somos una suerte de familias sustitutas”, y eso se ve a primera vista: los chicos les demuestran su amor a cada instante, las abrazan, las besan.
La intención es meterse en los modelos de vida que manejan, en su espacio social y enseñarles que pueden tener una visión crítica al respecto. El primer ejemplo que las psicólogas dan son las reglas sociales que las niñas aprenden de las novelas para chicos, como en el caso de Patito Feo en el cual un grupo de nenas “lindas”, no le permiten el ingreso a chicas “feas”.
Sponda contó que crearon un juego de mesa basado en eso en el cual los chicos tienen que responder algunas preguntas y avanzar, una de ellas es explicar tres cosas que tiene que tener una persona linda.
“Ellos traen a la realidad las representaciones sociales y lo que ellos viven y ven en la televisión. Los lindos tienen ojos celestes, pelo rubio y son limpios, los chicos acá no tienen la posibilidad de estar impecables o tener lindo olor”, dijo, mientras Basile contó una anécdota de una nena que no se quería ir del taller sin lavarse otra vez el pelo con shampoo.
“Entonces le dije que se llevara el shampoo y la crema de enjuague y me preguntó si se podía llevar la toalla también. Éstas son las condiciones reales en las que viven, éstas son sus necesidades”.
En otra etapa del juego, Sponda les preguntó qué debería tener una persona para ser atractiva en el contexto del barrio, y los chicos, todos menores de trece años, contestaron que la persona debería tener un trabajo, un estudio y ser limpia para ser considerada linda.

Recuadro
Cómo trabajar con los chicos
Primero hacen un diagnostico de cada chico, en qué situación está, cuales son las maneras en las que pueden acceder a él y desde dónde, cuáles son sus potencialidades y tratar de fortalecerlas, sobre todo en la cuestión grupal.
“Trabajamos los actos, la alimentación, la limpieza, cubrimos las necesidades básicas. La posibilidad de elegir”, señaló Basile, y agregó: “La base del taller es pienso y elijo a que quiero jugar, que quiero comer, en cosas básicas como qué le pongo al pan si queso, manteca, azucar o paté. Transformar esto en una posibilidad de elección, porque son chicos que tienen muy pocas posibilidades de elegir”.


mi nota preferida, publicada en el diario La Mañana de Neuquén del sábado 23 de septiembre del 2006

Una escuela muy especial

El CPEM 29 es la única escuela en la provincia que tiene un aula para chicos sordos. El proyecto de integración lo crearon los padres junto a la Asociación de Sordos.

Los chicos cuentan cómo es estudiar la secundaria junto a oyentes y compartir los recreos y las actividades físicas con ellos sin intérprete de lengua de señas.

Neuquén> Imaginar no poder escuchar tu propia voz, la de tu amigo, la de tu mamá, la del profesor, la música, el himno, el acto escolar es para los niños algo muy difícil de llevar, pero en la adolescencia los chicos sufren otras necesidades más allá de su sordera: como la de estar aislados en las escuelas especiales sin poder integrarse al mundo de los oyentes, de la vida cotidiana ‘normal’.
El CPEM 29 es la única escuela común de nivel medio que tiene un aula para chicos sordos o hipoacúsicos con profesores oyentes y un intérprete que transfiere lo que el docente dice en lenguaje de señas y viceversa.
Gracias a un proyecto que realizaron los 15 padres de los chicos que asisten a esta escuela, con la Asociación de Sordos y la Dirección de Educación Especial, el Consejo de Educación lo aprobó y financió en el CPEM 29 para que aquellos chicos con imposibilidades auditivas puedan integrarse a los oyentes en un ámbito común a ellos.
“Si bien adentro del aula están con la profesora, el intérprete y el preceptor, en el resto de las actividades como el recreo, las salidas y los actos lo hacen solos, sin intérprete”, manifestó la directora de la escuela, Adriana Medela.
Además, Tamara, de 18 años, explicó que hay muchas personas dentro de la escuela “que por ahí no saben la lengua de señas pero tratan de hacer gestos para comunicarse con nosotros de alguna manera”, según tradujo la intérprete.
“Cuando ella era más chica fue a una escuela común, con chicos oyentes, era la única sorda. Se sentía muy sola era muy difícil poder aprender, aprobar las materias. Tanto ella como su mamá estaban preocupadas”, contó la intérprete según lo que Tamara dijo a través de sus manos.
A partir de ahí la cambiaron a la escuela especial Nº 3 con todos chicos sordos y se sintió mejor porque ahí se enseñaba en lengua de señas, no se necesitaba el interprete porque el profesor enseñaba en esa lengua. No había oyentes, eran todos sordos o hipoacúsicos, eran todos iguales.
“Al principio me sentía muy mal cuando estaba con oyentes y no tenía intérprete, pero ahora me siento mejor desde que estoy en el CPEM 29. En un principio fue difícil pero ahora no tengo ningún problema. Me gusta mucho estar acá y espero que más sordos se sumen al curso”, expresó.
Los chicos que están a la mañana cursan un cuarto año, están iniciando su ciclo superior. Van a hacer quinto y sexto año porque su plan educativo contempla seis años, no en el sentido técnico de las secundarias normales, sino por los diferentes tiempos que los chicos manejan.
El ciclo superior tiene la orientación estético-expresiva: artes visuales, computación, diseño, porque vemos una gran facilidad de ellos para este tipo trabajo.
A la tarde viene un segundo grupo más reducido que viene a un segundo año polivalente, es decir que como aula hay un grupo de dos chicos que hacen primer año y tres están en segundo.

Estudios
Los chicos que cursan a la mañana están en cuarto año, iniciando su ciclo superior, tienen entre 16 y 21 años. “Van a hacer quinto y sexto año porque su plan educativo contempla seis años, no en el sentido técnico de las secundarias normales, sino por los diferentes tiempos que los chicos manejan”, indicó la directora.
El ciclo superior tiene la orientación estético-expresiva: artes visuales, computación, diseño, porque tienen una gran facilidad para este tipo trabajo.
Medela afirmó que hay otro turno a la tarde: “Viene un segundo grupo más reducido que viene a un segundo año polivalente, es decir que como aula hay un grupo de dos chicos que hacen primer año y tres están en segundo”.

Los chicos
Los once adolescentes que asisten a la mañana son jóvenes muy despiertos, con ansias de crecer y profesionalizarse. Todos se comunican de manera muy fluida entre ellos, y dicen estar felices de poder pertenecer a esa escuela.
“En el aula estamos separados porque a los chicos oyentes les dan mucho material escrito, muchas fotocopias para leer y nosotros tenemos otros tiempos. Nos gusta que en el aula estemos solos los sordos y en la escuela con los oyentes. Nos esforzamos mucho para poder leer cada vez mejor, para entender palabras nuevas”, explicó una de las chicas.
En los espacios comunes, los chicos actúan con una naturalidad sorprendente, tanto oyentes como sordos se entremezclan y demuestran una verdadera integración.
“Nosotros compartimos, participamos y conocemos a todos los compañeros oyentes además estamos juntos en educación física y los recreos. Nos gusta conversar con ellos”, manifestó una de las alumnas, Silvina.
A veces sienten un poquito de diferencia, pero no es grave. El primer año fue el más difícil, hubo problemas, a veces se pelaron con los chicos oyentes, estaban celosos, había grupos que se enfrentaban, sobre todo por obtener la atención de las chicas muy lindas del curso.
La directora, contó que los demás chicos tienen un respecto excepcional por los sordos. El 19 de septiembre se celebró el día nacional del sordo y los chicos hicieron una obra de teatro a la que asisten todos los alumnos oyentes que lo deseen: “el silencio y el respeto con el cual participaron fue maravilloso”, manifestó Medela.

El futuro
Todos se entusiasman al hablar del futuro, quieren estudiar o trabajar, pero saben que las dos cosas les puede resultar difíciles. Luis quiere obtener un título para trabajar como profesor de señas a otros chicos sordos. Claudio quiere ser contador. Tamara quiere ser modelo, también secretaria. Los demás piensan en la universidad, pero dan un paso a la vez.
Primero buscan que más chicos sordos se animen a ir a la escuela junto a ellos, ninguno quiere que esta iniciativa se pierda cuando egresen. Les gustaría ser cada vez más.


RECUADRO
La modalidad
Las intérpretes se reúnen previamente a la clase con cada una de las docentes para trabajar juntas en los contenidos y la forma indicada de expresársela a los chicos. “Van adecuando las actividades y los conceptos al lenguaje de seña, porque no sólo es movimientos de manos, es gesto visual con todo el cuerpo, y la gramática es distinta al lenguaje común, por eso algunos tienen dificultades con la escritura porque si quieren hacer una traducción de lo que reciben por lenguaje de señas a la escritura de papel les cuesta porque los tiempos verbales son distintos”, indicó Medela.
Es una escuela pública con todas sus características. Los docentes son de enseñanza común, las intérpretes son profesores de sordo que solamente hacen la interpretación de alumno a docente y viceversa. El preceptor conoce el lenguaje de señas para poder transmitirle a la institución cualquier problemática de los alumnos.
La directora explicó el funcionamiento institucional: “Al inicio del proyecto tuvimos varios meses con una capacitación interna a la cual concurrimos en forma voluntaria. Hay docentes que se están capacitando en forma privada, individual, pero hay muchos que nunca estudiaron el lenguaje pero al estar tanto tiempo en contacto con los chicos lograron comprender algunas señas”.
La maestra de historia indicó que en los recreos o en los espacios comunes los chicos les enseñan las señas a los oyentes, porque los demás tienen interés, curiosidad en aprender, en comunicarse.


mi primer nota firmada en el diario La Manaña Neuquén del domingo 4 de noviembre del 2007

Vincent dijo que no habrá tercerización del servicio hospitalario de anestesiología

El futuro ministro de Salud se mostró predispuesto al diálogo con todos los actores del sector e indicó que se reunirá en breve con los gremios UPCN y ATE.

“La conflictividad está en el sector público y lo vamos a solucionar primero, después veremos cómo balancearlo con el privado”, expresó.

Neuquén> El futuro ministro de Salud, Daniel Vincent, planteó ayer como principal objetivo de su gestión frente a la cartera solucionar el conflicto que afecta al sistema público de la provincia.
“En este momento la conflictividad está en el sector público y lo vamos a solucionar primero, después veremos cómo balancearlo con el privado y las diferencias que hay”, explicó el recientemente nombrado ministro.
Vincent es médico general con capacitación en anestesiología, clínica médica, administración de sistema de salud y de gestión del sistema, fue director del hospital Buta Ranquil durante dos años desde 1977, y del Ramón Carrillo de San Martín de los Andes desde 1997 hasta el 2004.

Como conductor del Ministerio de Salud y en su calidad de anestesiólogo, ¿cómo piensa solucionar el duro conflicto que atraviesan estos especialistas en el sistema público?
Pensamos que se va a solucionar el problema ya que a partir de este año ingresaron seis médicos residentes para capacitarse en anestesiología. Van a seguir ingresando esa cantidad en el hospital Regional Castro Rendón durante todo el tiempo que sea necesario, entonces en tres años vamos a tener solucionado ese tema de la escasez.
Igual vamos a seguir formando anestesiólogos y otras especialidades por mucho tiempo más.

¿Y cuales serán las medidas inmediatas al respecto?
A partir de esta semana ingresarán dos anestesiólogos al hospital de Zapala, de los cuales uno irá a Neuquén.
Siendo anestesiólogo, sé que muchos amigos míos se fueron del sistema, y los voy a convocar para charlar con ellos, así también como con la Asociación de Anestesiólogos, y con los especialistas que se fueron durante el último año, para acordar el motivo de su partida, cuáles fueron las motivaciones para dejarlo y ofrecerles nuevas oportunidades.

Pero se da el caso de muchos especialistas que terminan la residencia en el hospital público y luego se van al privado. ¿Cómo piensa retenerlos en el sistema estatal?
En este momento, como está la situación, el recurso de anestesiólogo es escaso, entonces cuando se reciben tienen muchas ofertas para trabajar. Como se recibían dos por años, ahora lo multiplicamos por tres y en algún momento va a dejar de ser escaso. El recurso se ha deformado, la necesidad es extrema.
No sólo es el factor económico los que los impulsa a dejar el sistema público, dicen que hay una conflictividad aumentada en algunos hospitales. No es normal que a uno lo maltratan en el trabajo. Por más que te paguen, si te maltratan, uno se va y la anestesiología es una actividad crítica, requiere de mucha tensión y cuidado, no pueden estar maltratándote cuando trabajás.

¿Cuáles van a ser las primeras medidas para que esto no suceda?
Trabajar con los sectores para eliminar esos conflictos que le hacen mal a los especialistas, a los profesionales, al personal y sobre todo a los pacientes.

¿Piensa que la tercerización del servicio de anestesias es la salida para la solución?
No, la tercerización no va a ocurrir, no estamos en ese camino, no es nuestra idea.

¿Cuál será su relación y política con los gremios que tanto protagonismo tomaron en el último tiempo?
La política sería de acuerdo. Tengo una reunión con UPCN esta semana, también voy a hablar ATE y con mis colegas de la Asociación de Profesionales. Hay que ver las diferencias y las situaciones que los llevaron a estos límites tensos en sus relaciones, tengo más de 30 años en la Provincia y en el sector, pero nunca vi esta tensión.

¿Ya tiene definido su equipo de trabajo?
Algunos sí, en la próxima semana, antes de asumir, vamos a tener resuelto un buen porcentaje del equipo, pero ya está anunciado quien será el subsecretario de Salud, será Claudio Ferrón, quien es el director del hospital capitalino Bouquet Roldán.


mi nota publicada en La Mañana Neuquén del 2 de diciembre del 2007