La música independiente, la nueva, esa que está por fuera
del circuito oficial, no estaba a un click de distancia 25 años atrás cuando
Montse Santalla y Luis Calvo decidieron armar su propia compañía. Las novedades
llegaban a sus manos en formato de cassette, cintas caseras, originales
comprados en las disquerías o en las recorridas nocturnas por Madrid para escuchar
una banda por primera vez. Pasó el vinilo (o no), pasó el cassette (o no), pasó
el CD (o no) y ahora llegó la web para Elefant, tal vez, la compañía
discográfica independiente más influyente de la escena pop de habla hispana, la
que todavía está en la búsqueda de la vanguardia sonora.
Las ocho de la mañana de Buenos Aires son, a una pantalla de
Skype de distancia, un mediodía de verano en la casa de la pareja fundadora de
Elefant. Luis está sonriente y cuenta que siguen siendo ellos dos, que les
gusta que la estructura sea pequeña, hogareña, para poder controlar mejor todo
el proceso de calidad de los discos. ¿Cómo se mantiene la calidad con más de
250 discos editados? “Trabajamos como una gran familia. Nuestra filosofía y
manera de pensar y trabajar es la misma desde el principio: sacar lo que nos
gusta, editar la música que nos gusta y tener una relación muy cercana con los
grupos con los que trabajamos. Somos amigos de todos los músicos de Elefant”,
dice.
Desde esa oficina en la casa de Luis se editaron discos
clásicos como los de Family o Le Mans, los de las bandas argentinas Entre Ríos
y Modular, la de los nuevos clásicos como Camera Obscura, La Casa Azul o La
Bien Querida, y esas nuevas bandas desconocidas de adolescentes que llegan a
sus oídos –ahora sí-, en un simple click.
“Recibimos un montón de maquetas. No alcanzamos a escuchar
todas. De Argentina nos llegan muchas y hay muchos grupos que me gustan pero
nuestra estructura es pequeña, al final uno no puede editar todo”, dice Luis.
Ahora Elefant está trabajando en el tercer disco de Modular, el cual trabajaron
con gente de Stereolab, según él uno de las mejores bandas argentinas de la
actualidad, “aunque por ahí el 90% de la gente no sabe que existe”, bromea.
Todos los discos se editan en CD aunque en Elefant hay un
amor especial por el vinilo, el formato renaciente en la música independiente.
En total, tienen más de 500 discos grabados, de los cuales más la mitad fueron
editados también como singles de 7 pulgadas. Además, todos se pueden escuchar
gratis online.
Elefant crece con los cambios. Todo su trabajo está online
para ser escuchado o para descargarlo. Además, la distribución de los discos es
mundial, se consigue en todas las capitales. Lejos de inquietarlos, todo es una
oportunidad para su objetivo: que más gente conozca más bandas.
“Entramos hace 5 años en una nueva era que es completamente
diferente a lo que conocíamos. Las reglas de la industria han desaparecido. Los
medios que estaban alrededor como la televisión, las revistas, la radio, han
perdido mucho poder y la música ahora se puede promocionar de otra manera, los
sellos independientes tenemos más posibilidades de llegar a la gente y la gente
tiene ahora mucho poder. La gente y las redes sociales tienen el poder
suficiente de hacer de un artista algo grande sin que la televisión se haya
dado cuenta de ellos”.
Luis está entusiasmado con esa realidad y la versatilidad
que ganó Elefant con los años. Ahora están sacando muchos discos nuevos de
bandas jóvenes como Bond Á Part, Neleonard o Papá Topo y a la vez están
editando los discos de The Primitives, una banda inglesa que en los 80 fueron
exitosos y ahora volvieron y eligieron a los españoles como sello. “Es una
mezcla de todo, tenemos gente muy joven, de 17 años, y también gente de 80”,
dice Luis.
Cada vez que sale un disco, esta pareja de españoles junto a
un chico que los ayuda hacen todo el trabajo de coordinar el lanzamiento en
todas partes del mundo. Elefant no acepta maquetas terminadas, ellos son parte
del proceso de grabación y se involucran en todas las etapas. De hecho, es Luis
quien hace el diseño de casi todas las tapas. “Yo estoy muy contento con lo que
hemos sacado, siempre que editamos estoy muy conforme con lo que se hace desde
lo más pequeñito hasta lo más grande pero al final siempre son el público y los
medios de comunicación lo que deciden qué es bueno y qué puede convertirse en
algo más”, concluye.