4 de enero de 2017

Nota Brando: ¿Qué porno ven las mujeres?

El 71% de las mujeres que tienen acceso a internet miran porno. ¿Qué tipo de porno consumen? La teoría de que la mujer necesita más narración y belleza se cae a pedazos no bien se empieza a preguntar, en voz baja, qué es lo que más las estimula. Crónica de una búsqueda sexual y del tabú frente a la masturbación femenina. 


Por Romina Zanellato. Ilustración RNDR 
Alguien pronuncia la palabra porno y las diapositivas mentales proyectan a falsas Pamela Anderson con pechos de silicona, cabelleras siempre rubias platinadas, depilación total, penes erectos y gigantes, nombres de estrellas como Rocco Siffredi, y unos 90 que quedaron incrustados en el imaginario sexual. Si se relaciona a la mujer y al porno, tal vez alguien diga que más que una penetración lo que una mujer quiere ver es la seducción, la narración de una conquista que desencadene en una escena caliente que la cámara no enfoca pero que la mente se imagina perfecta. Cuando se habla de porno entre mujeres, generalmente, se tarda en decir que sí, que se ve, pero es cuestión de conversar un momento para entender rápidamente que hay tantos consumos de pornografía como mujeres, tanta sexualidad como personas, tantos deseos como momentos. Entonces, ¿existe el porno para mujeres? ¿Todas miramos lo mismo? La respuesta se construye preguntando. G. tiene 35 años, es empleada municipal. "Yo miro. Me gusta. Lo veo sola, para masturbarme. No sé muy bien dónde buscar, así que pongo en Google «película porno» y algo aparece. No las bajo, las veo online y borro el historial de navegación para que mi marido no se dé cuenta. Me gusta que tengan una historia. A veces, miro de lesbianas y también de chicos gays, muy de vez en cuando miro porno heterosexual. Me gusta que me vaya mostrando la secuencia de a poco. Por ahí estoy 20 minutos, dos o tres pajas y ya". La magia de internet es que todo lo que se te ocurra imaginar ya está ahí. Siempre hay alguien que lo hizo antes y lo subió a la web en algún lugar del mundo, sobre todo en opciones triple X. Para las mujeres, el problema muchas veces está en cómo encontrar el porno que desea ver porque, a diferencia de los hombres, el consumo de pornografía en solitario y con el fin de masturbarse suele comenzar mucho después de la iniciación sexual. Cuando el terreno del propio deseo ya fue conquistado, y cuando los tabúes son superados. El Observatorio de Internet en Argentina (www.inter.net.ar) dice que el 71% de las mujeres consumen porno. La mayoría de esas mujeres lo hacen desde su teléfono, en soledad, muchas veces por la mañana y con frecuencia variable. El consumo es diferente al de los hombres, pero hay algo certero: la búsqueda de la palabra "porno" en Argentina creció en los últimos dos años el 45%. Hay dos o tres sitios que concentran la mayoría de visitas en el mundo. Pornhub, RedTube y la argentina Poringa! están entre las plataformas líderes. Este es el porno que denominaremos "mainstream". Sin embargo, existe otro circuito de pornografía. En una conversación de chicas con intereses artísticos seguro que alguien va a mencionar Tumblr o Vimeo. Sea el blog o el video, se está a un clic de un timeline de belleza, fantasía y erotismo: una pared con una decena de acuarelas que retratan distintos tipos de clítoris, una foto de tonos pasteles donde una chica se levanta la falda y se ve una bombacha de algodón blanco con un bordado: "ask first", una selfie de un chico desnudo en su habitación con su pene erecto, un GIF que repite una secuencia de tres fotos en blanco y negro donde un hombre le hace sexo oral a una mujer: él acostado, ella en cuclillas sobre su boca, muchas fotos de mujeres acabando, primeros planos de vaginas, más primeros planos, penetraciones, besos, pieles con tatuajes, cuerpos naturales, imperfectos, videos cortos de sexo amateur, audios. Un tumblr, por ejemplo, porn4ladies.tumblr.com, uno de miles. 
El 71% de las mujeres que tienen acceso a internet miran porno. ¿Qué tipo de porno consumen? La teoría de que la mujer necesita más narración y belleza se cae a pedazos no bien se empieza a preguntar, en voz baja, qué es lo que más las estimula. Crónica de una búsqueda sexual y del tabú frente a la masturbación femenina.
  • RNDR

Soportes de placer 
Tumblr es una plataforma de microblogging que permite a sus usuarios publicar textos, imágenes, videos, enlaces, citas, audio y, sobre todo, GIF, en un formato de timeline que no promueve la discusión como otras redes. Es muy usado en ambientes virtuales como la poesía, la fotografía, la ilustración, y también en el contenido XXX. Muchas veces, la puerta de entrada a encontrar un porno diferente a la imagen de Pamela Anderson es Tumblr. M. tiene 29 años, trabaja en prensa institucional. "Empecé a mirar porno a los 21, cuando tuve independencia tecnológica. Es decir, cuando tuve mi primera computadora individual. Miro porno y para mí es muy fácil, se reduce a un sitio:2hotworld.tumblr.com. El GIF tiene algo que funciona perfecto para la masturbación y es la repetición hasta el infinito de un fragmento de una escena. Me gusta ver gay, de chicas, y sobre todo GIF de mujeres recibiendo sexo oral. La foto estática también me sirve. Creo que el porno tradicional no me calienta lo suficiente, el erotismo me funciona mejor". El GIF es el eterno presente. No existe la incomodidad del antes o el después del coito. Es la fragmentación en su máxima expresión. Sin audio. Y es, también, un formato muy simple de hacer: tres fotos o frames en secuencia y repetidas hasta el infinito. Ahí, donde fotógrafos muestran sus primeros trabajos, donde no existe la censura como ocurre en otras redes sociales, las mujeres son las creadoras del porno que quieren ver, el amateur y el "bello". Es lindo, sí, pero la penetración está en primer plano y repetida sin parar, sin necesidad de tocar nada, en silencio, en el teléfono. Y eso, tal vez, lo explícito como mantra, sea el primer paradigma que se derrumba. S. tiene 33 años, es ilustradora. "Yo miro porno de hombres, solo de hombres, homosexuales. No sé por qué, es algo raro, me lo he preguntado y creo que tiene que ver con eso de que el porno heterosexual está hecho para hombres. Como que la mujer siempre está en un papel raro que a los hombres los excita y que por lo menos a mí no. En cambio, en el porno de hombres gays ese papel no existe. Supongo que de alguna manera me siento más reflejada en ese contenido que en el porno heterosexual. Incluso creo que el porno lésbico está hecho para cumplir las fantasías del hombre. No hay espacio para las nuestras". K. tiene 28 años, estudia cine. "Sí, yo pienso lo mismo. Yo soy lesbiana y no miro porno porque está hecho para la fantasía del hombre, o incluso de las fantasías masculinas que ahora son apropiadas por las mujeres heterosexuales. No es así como tenemos sexo nosotras". M. tiene 32 años, es docente. "Yo soy bisexual y miro generalmente de hombres también. Los cuerpos son más suaves que en el porno heterosexual y están en una situación más placentera para los dos. Igual hay de todo, es cuestión de investigar". Daniela Pasik es periodista, coautora del libro Porno nuestro (Editorial Marea) junto a Alejandra Cukar; ella sostiene que decir que hay una mirada femenina del porno es peligroso, porque se cae en el prejuicio de que ese porno debe ser suave, lindo, sin penetración, sin morbo, sin fuerza. "El porno busca calentar, lo haga un hombre o una mujer. Y el espectador de porno, sea hombre o mujer, quiere calentarse. Y si es posible acabar. La cuestión debería centrarse más en qué calienta. Y la diferencia, tal vez, la trazaría en que hay mucho porno machista". 
Superficies del gozo 
Existe una corriente del porno que se denomina feminista o ético. ¿De qué se trata? De contenido donde el gozo de la mujer es un punto central, donde el foco de satisfacción está puesto en todas las personas que participan del acto sexual y no solo en la de los hombres. Hay grandes exponentes en el mundo como las directoras Erika Lust, Anna Span o Petra Joy o la actriz Amarna Miller. En Argentina, la industria profesional prácticamente no existe, de ningún tipo. "Se puede ver que es un porno distinto del que se masificó y del que la gente tiene como imaginario popular en sus cabezas: se le da más importancia a la estética, a la historia o al concepto", dice María Riot desde Estados Unidos. La actriz XXX argentina, radicada en Barcelona hace unos años, ya trabajó con Erika Lust o con productoras de alt porn como A Four Chambered. Ella relaciona este tipo de producciones con las que la industria realizaba muchos años antes de la década del 90, cuando se popularizó, época en la que quienes filmaban eran cineastas, artistas, actrices y no empresarios, hombres que pensaban en su deseo y en la venta. De esas producciones de los 60 y los 70 nace el porno que hoy se llama feminista o ético; en cambio, el de los 90 es un porno instalado en la imaginación de todos, donde el disfrute es masculino (no suele salir en los planos el rostro del hombre, la cámara suele estar en sus ojos, el pene es una herramienta) y el punto de vista de la mujer está puesto en cumplir el objetivo de satisfacción masculina (es la única filmada, es la penetrada, no recibe sexo oral, no acaba, no filma). La mujer no solo como objeto de placer, sino como generadora de placer. En el capítulo sobre pornografía del podcast Pernocte POSTA, la conductora Paula Giménez se encontró con una dificultad a la hora de sumar experiencias de producción argentina. "Quise darle una mirada feminista, pero me resultó muy difícil porque la industria argentina es muy dura. No tiene en cuenta a la mujer. Si alguien quiere buscar porno con cuerpos más reales, historias que tengan más sentido y planos no tan de ginecólogo puede encontrarlo, pero son realizados en otros países, no acá. Y, en general, son mujeres las que lo hacen". Todo parece indicar, de todas maneras, que la industria argentina de pornografía ya no existe. Sin embargo, cada vez hay más producción de posporno o amateur, como es el caso de Gloria Parque con su productora Gardelhat o los nombres que se destacan en la comunidad Poringa! como generadores de videos. Mala luz, escenografías cutres, encuadres extraños, personas que no saben nada de cine, ni les interesa, se graban en sus casas teniendo sexo y lo suben a una plataforma digital para que otros comenten y gocen junto a ellos. La empatía se genera por cercanía, por posibilidad. L. tiene 35 años, es diseñadora gráfica. "Hace 10 años que trabajo haciendo los graphs para un canal de televisión de contenido explícito. No hay nada que no haya visto. Y sí, cuando me quiero masturbar miro pornografía, es algo que hago de manera frecuente. Sí, me doy cuenta de que al tener tantos años mirando porno, necesito encontrar cosas mucho más específicas para calentarme. Ahora, en el último tiempo, me gusta un tipo de porno japonés. Creo que las mujeres tienen menos experiencia en la búsqueda, entonces no saben del mundo inmenso que es". 
La paja en el número 
El sitio Pornhub en julio del año pasado publicó su segundo informe de consumo mundial de porno por mujeres que se llamó "What women want". Ahí se observó que las argentinas estaban cuartas en el ranking mundial de consumo de sexo online, aunque los dos primeros y los dos segundos se igualaban en porcentaje: el 30% de los clics hechos en nuestro país eran de usuarios registrados como mujeres. La edad media de esas mujeres era de 35 años. Y, además, miraban en promedio un minuto más que los hombres.(1) Este tipo de páginas tiene su material dividido por categorías. Según el estudio, las que más buscan las mujeres son en este orden: lesbiana, gay masculino, "big dick", adolescente y trío. También se puede buscar por palabras claves, y las que más buscaron durante 2015 las mujeres en Pornbub y en RedTube fueron: lesbiana, trío, squirt (eyaculación femenina) y sexo oral a la mujer, entre otras. El caso de Poringa! es especial porque es una comunidad donde son los propios usuarios los que suben el contenido exclusivo XXX 1. 

2 de enero de 2017

Nota Brando - Superficies de placer: qué porno miran ellas


http://www.lanacion.com.ar/1972104-que-porno-ven-las-mujeres

Nota IndieHoy: Mariano di Césare, el creador perpetuo


La palabra nace con el pensamiento pero ¿qué produce el pensamiento? ¿Un sentimiento, una sensación, un hecho, un acto? Si pensar es poner en palabras algo que afecta el interior de cada uno, ¿hacer una canción, un poema, un video, unir unos acordes es como pensar? Mariano di Césare habla, se cuestiona y resiste ese recorrido como un ping pong entre las profundidades, el lenguaje y la transformación que implica ese ida y vuelta. No sale ileso después de cada movimiento.

Basta con observarlo mutar en sus proyectos musicales, recibir sus ideas en textos, imágenes en secuencias, canciones, conversar con él en un saludo, un cruce, una cerveza o una virtualidad. Todo lo que hace está impulsado por una construcción obsesiva que gira en torno a la palabra adecuada, inmortalizada, en la evolución del pensamiento de un hombre.

Sobre la calle Bolívar, en San Telmo, el tráfico hace alarde de sus sonidos a pocos metros de una cerveza.

En la garganta la cerveza está fría mientras el calor del bajo porteño está pegado a todo en este bar. Hace pocos días Mariano publicó un microdisco que se llama Un instante maravilloso, una vuelta rápida por cuatro escenas: la pareja, el movimiento, el silencio y lo espontáneo o trabajoso de la felicidad. Antes de eso publicó un EP de cuatro canciones grabadas en vivo con El Príncipe Idiota, se llama Novedades. Mientras tanto, Mi Amigo Invencible tocó y tocó por todo el país, se asentó como una banda capaz de corromper el límite de una escena, incluir “a los de afuera”. Pero todos esos datos se conocen a simple avistaje de Facebook, y lo que vinimos a retratar es a la persona.

En malla y remera, combatiendo la solemnidad, Mariano no puede evitar tener ciertas discusiones consigo mismo sobre la simplicidad que quiere transmitir y la complejidad de sus pensamientos. La tregua se presenta como intercambio de ideas con otros pares. No lo sé, pero puedo imaginar que prefiere una charla de atardecer que exponer su obra en el formato que sea. La realización es algo que le sale fácil, sabe que sólo necesita sentarse a trabajar. En cambio, la discusión, la alimentación de las ideas, requiere de una claridad enriquecida por un otro.

“Voy dejando el cuerpo en cada palabra”, canta Mariano en el microdisco. Y lo aclara después: “Me lo tomo muy en serio. No quiero perder el tiempo diciendo algo que no es exactamente mi verdad, lo que pienso”.

¿Qué rol ocupa la duda, entonces? Piensa, luego dice, luego reformula, y termina en una risa. Conclusión: la imposibilidad lo obliga. Siempre resiste las ideas, sobre todo las suyas. La experiencia le enseñó: hay que trabajar. Trabajar es avanzar, es aclarar.


Foto: Dafna Szleifer

En lo que escribe Mariano hay referencias cruzadas a la literatura y el cine. Coquetea con la escritura, va de manera intermitente a talleres literarios, lee, produce y dirige piezas audiovisuales, tiene una productora. Está Fiódor Dostoyevski y Michel Houellebecq como nombre de alguno de esos proyectos, pero duda y explica, tal vez por lo provinciano, que le parece un bodrio el vínculo de la literatura con la música, que prefiere rechazar lo intelectual. Sin embargo esas dos prosas, tan densas, tan sobrecargadas de significantes, se le enredan entre lo que disfruta, lo que sufre y lo que idea.

Y ahí donde él dice terminar, en realidad, es un camino controlado. En Mi Amigo Invencible compone con Mariano Castro, también cantante de la banda, sobre un imaginario más cerrado, con posibilidades ficcionales que se ajustan a las identidades de los seis miembros. Una palabra se une a otra, escrita de a dos, como un cadáver exquisito consciente.

Sin embargo, cuando es él el único que canta, cuando él crea otros proyectos para sacar lo que en el grupo no puede, las palabras se convierten en un cuaderno de intimidades, en un diario personal, en el mundo interior. ¿Qué pasa con eso? La exposición es altísima. Y le da miedo. Pero se salva con el control de la forma de la canción. Es ahí, dirigiendo el proyecto, pensándolo hasta que le cierre, en su estética personal, donde él encuentra su escudo.


Foto: Dafna Szleifer


¿Qué te obsesiona?


No sé si es lo que más me obsesiona pero es lo más recurrente, lo que me da más herramientas para crear, y es la pareja, el amor. Siempre una decisión te deja afuera de otra, y tengo discos enteros hechos por esos deseos.

¿Qué dolor es el que sobrevivís con la música?

Creo que la búsqueda total de la libertad. Es lo que más persigo, en todo sentido, mía, de mi pareja y de todos. La libertad, además, es algo en constante movimiento y que perderla es mi miedo más grande. Yo trabajo freelance y eso no lo voy a cambiar nunca. Pase lo que pase, siempre veré formas de trabajo libre. Después hay otros temas más pequeños (que en realidad son gigantes) que me convocan. El silencio y la imposibilidad de un instante maravilloso, realmente maravilloso, por ejemplo. La concepción del silencio en la música me tiene loco y es lo que más difícil encuentro de plasmar.

Sos muy consciente del hecho artístico. ¿Sentís una responsabilidad?

No, sólo sobre mí mismo. La responsabilidad es primero conmigo, si después a otro le pasa algo, mejor. Es una necesidad personal, no lo veo como un acto de generosidad. Eso del arte para sanar o para modificar la percepción se lo dejo a mis ídolos, que ellos sí lo hicieron conmigo. Pero yo no quiero intentar eso porque no tengo las herramientas políticas para hacerlo. Es más una necesidad visceral.
 
Cuando habla sobre Mi Amigo Invencible dice que lo que él más quisiera es convertir la banda en lo más popular posible. Sí, reconoce que hay algo de eso por el hecho de ser un grupo de personas muy diferentes y que en la creación colectiva surge algo de ese orden, pero sueña con ser más accesible aún, llegar a más personas.

Lo otro, sus proyectos personales, los relaciona con el interior de su cuerpo, con su profundidad, y es algo que no puede evitar.

“Sueño con cosas posibles, que sé que puedo hacer”, dice, cuando habla del futuro, de las relaciones, del crecer. Entre esas cosas hay montañas, grabaciones, y la permanencia de los vínculos. Rasgo clave para entender a este hombre que hace diez años toca con las mismas personas que conoce hace muchos más.

En 2017, Mariano piensa entrar en el estudio, otra vez, con Mi Amigo Invencible de la mano de Shaman Herrera. “Mi plan es disfrutar al máximo, lo de siempre y todo lo nuevo que se viene”, afirma, bebe y sonríe.


La nota acá: http://www.indiehoy.com/entrevistas/mariano-di-cesare-creador-perpetuo/